Salud cardiovascular

INFLUENZA Y SALUD CARDIOVASCULAR

La influenza o gripe estacionaria es una afección de las vías respiratorias causada por los virus de influenza. Estos se dividen en varios subgrupos, siendo los más representativos los del grupo A y grupo B. Es importante destacar que cada año se producen unos mil millones de casos de gripe estacional; de estos, entre tres y cinco millones son graves.

 Los síntomas generalmente comienzan unos dos días después de la infección por una persona portadora del virus y son: Fiebre, tos, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, malestar general intenso, dolor de garganta, secreción nasal.

En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen en una semana sin necesidad de atención médica. No obstante, en personas con alto riesgo, la gripe puede ser una enfermedad grave e incluso letal.

El diagnóstico se hace por síntomas, se confirma mediante pruebas de laboratorio para identificar agente causal. El método más confiable es por PCR-RT.

El tratamiento es sintomático: en casos leves, hidratación, descanso, manejo de síntomas. En casos graves debe buscar asistencia médica y en ocasiones tratamiento antiviral según el caso lo requiera.

 ¿Puede la influenza “dañar” su corazón?

El virus de la influenza puede afectar el aparato cardiovascular, aunque esto último es muy raro. Dentro de estos eventos cardiovasculares pueden presentarse miocarditis, pericarditis, insuficiencia cardiaca, infarto al miocardio. Su incidencia es muy baja, pero es frecuente en personas de alto riesgo. La afectación cardiovascular puede deberse a efectos directos del virus, respuesta inmunológica al mismo o respuesta inflamatoria sistémica.

¿Está usted en riesgo?

Las personas con mayor riesgo de enfermedad grave o complicaciones son las embarazadas, los niños de menos de cinco años, las personas mayores y los pacientes con enfermedades crónicas (cardiacas, pulmonares, renales, metabólicas, del desarrollo neurológico, hepáticas o hematológicas) o inmunodepresión (por VIH/sida, quimioterapia, corticoterapia o neoplasias malignas).

Debido a su exposición a los pacientes, los trabajadores de la salud corren gran riesgo de infectarse por los virus de influenza y de transmitirlos, sobre todo a personas vulnerables.

¿Cómo evito contagiarme?

El virus se transmite rápidamente en entornos como las escuelas y lugares concurridos. Al toser o estornudar, las personas infectadas dispersan en el aire gotículas infecciosas (con virus) y pueden infectar así a las personas en estrecha proximidad. Por lo tanto, las estrategias de control de la infección incluyen lavado de manos frecuente, cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser.

Prevención:

Los CDC (Centers for Disease Control) recomiendan vacunación anual, sobre todo a los pacientes de alto riesgo. Las vacunas se actualizan periódicamente con nuevas vacunas desarrolladas que contienen los virus correspondientes a los circulantes en ese periodo. En nuestro país hay disponibles varias vacunas. Puede buscar información con su médico de cabecera.

Dra. Ana N. Vergés C.

Cardióloga-Internista-Ecocardiografista

Certificada en Falla Cardiaca y cardio-Obstetricia

Centro de especialidades médicas y Diagnóstico.

Ave. Pedro Henríquez Ureña #42, consultorio #105

Tel. 829-374-8730

Email: dra.vergescardio@gmail.com

Instagram: @dra.anaverges

 


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