El sueño es una necesidad fisiológica, ocupa la tercera parte de la vida del ser humano. Tiene un rol fundamental en la buena salud, física y mental. El organismo emplea este tiempo para cumplir con su función reparadora y ayudarnos a afrontar el día a día.
Son varios los estudios que vinculan las horas de sueño y la calidad del mismo con la salud cardiovascular.
En el 2022, La Asociación Americana del Corazón, incorporó los hábitos de sueño como un factor esencial para tener una salud cardiovascular óptima.
En un estudio publicado en la Revista Europea de Cardiología Preventiva se concluyó que aquellas personas que, además de realizar actividad física de forma regular, mantener una alimentación equilibrada, moderar el consumo de alcohol y no fumar, dormir un mínimo de siete horas al día, reduce hasta en un 65% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y en un 83% el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular.
Un sueño reparador mejora la función endotelial y ayuda a disminuir la presión arterial en hasta un 15%.
Por el contrario, tanto el sueño de corta duración como el prolongado, se asocian con una mayor incidencia de sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, niveles elevados de colesterol y triglicéridos, enfermedad coronaria, accidentes cerebrovasculares y muerte, afectando negativamente a la salud cardiovascular.
Las personas con apnea del sueño obstructiva o insomnio, también tienen más probabilidades de tener arritmias cardíacas, aterosclerosis, insuficiencia cardíaca, enfermedad arterial coronaria.
La siesta también influye en la salud cardiovascular. Una siesta corta a primera hora de la tarde tiene un efecto protector contra la mortalidad coronaria. Las siestas largas (> 30 min) se asocian con mayor mortalidad.
Se recomienda para una óptima salud cardiovascular, de 7 a 9 horas diarias de sueño de buena calidad por noche en adultos.
Debido a que el sueño es un factor importante que influye en la salud cardiovascular, es necesario incluir hábitos de sueño saludables para la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Algunas recomendaciones para dormir mejor:
- Rutinas horarias: acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, incluido el fin de semana.
- Evitar estimulantes: teína, cafeína, chocolate o el cacao, horas previas a irse a la cama.
- Cena ligera y temprana.
- Dormir en un lugar oscuro y tranquilo, a una temperatura confortable.
- Evitar los dispositivos electrónicos en el dormitorio.
- Realizar actividad física durante el día.
- Evitar el alcohol.