Salud Mental

Yo puedo con todo

Decir «yo puedo con todo» pudiera ser visto como una declaración de fortaleza y determinación, pero no, no siempre es así. Cuando hablamos de salud mental, esta afirmación puede ser engañosa. Las enfermedades mentales no son batallas que uno pueda librar completamente solo, o ¿Cuándo le dicen a un diabético su condición decide hacerlo solo? No, necesita de acompañamiento profesional. Superar los desafíos de la salud requiere reconocer la validez y la necesidad de buscar ayuda, tanto de la familia como de profesionales capacitados.

Los vínculos personales sólidos son fundamentales y el círculo de apoyo un espacio donde puedes vivir tu vulnerabilidad sin juicios. La familia y los seres queridos no solo brindan apoyo emocional, sino que también pueden ser un faro de comprensión y paciencia en los momentos más difíciles. Abrirse con ellos puede aliviar la carga y proporcionar perspectivas distintas que a menudo pasan desapercibidas cuando estamos emocionalmente comprometidos.

El estigma que rodea a los problemas de salud mental a menudo puede hacer que buscar ayuda sea difícil, pero es un paso crucial hacia la recuperación. Reconocer la necesidad de apoyo no es una señal de debilidad, sino de madurez y autoconocimiento. Es entender que enfrentar estos desafíos solo/a puede ser abrumador y contraproducente.

Decir «yo puedo con todo» no te hace más fuerte, te debilita. Reconocer la realidad de que todos necesitamos apoyo en algún momento de nuestras vidas es igualmente poderoso. Establecer vínculos personales fuertes y buscar ayuda profesional son pasos esenciales en el camino hacia la salud mental y el bienestar. Al hacerlo, fortaleces tu propia capacidad para enfrentar desafíos y construyes una red de apoyo que te servirá de soporte cuando lo necesites.

Habla, se honesto con tus emociones, busca especialistas de la conducta, explora terapias alternativas y crea vínculos de afecto que te ayuden a ver el proceso con más claridad. El camino del bienestar no es lineal ni fácil pero indiscutiblemente vale la pena seguir en la búsqueda. Ten la certeza de que, en un tiempo, miraras atrás, y agradecerás lo vivido y las personas que estuvieron a tu lado.

Recuerda siempre, está bien, no estar bien.

Karina Larrauri


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